miércoles, 20 de agosto de 2008

El otro día me recomendaron que leyera el discurso que pronunció Salvador Allende ante las Naciones Unidas, en 1972.
Del 72 a hoy pasaron muchos años y el mundo cambió muchísimo.
Pero, por lo menos para mí, sigue siendo conmovedor escuchar (metafóricamente mientras leo), los claros sueños que este valiente hombre tenía, que ese Presidente de una República Latinoamericana tenía para su pueblo. Sueños que hoy quedaron "aplastados" quizás, por grandes intereses, esos mismos intereses que Salvador denunció ante esa Asamblea compuesta por los Grandes, Medianos, Pequeños y Pequeñísimos paises del mundo.
Fue realmente "escuchada su palabra"?
No sé, me da miedo, hoy, aunque sea estúpido de mi parte, decir que NO.
Me quedan aún ganas de seguir soñando cuando veo las pequeñas acciones, los emprendimientos "sin bombos ni platillos" que hacen / hacemos desde el lugar que ocupamos.
Y este es un lugar, este Laboratorio, que me hace pensar, como así también otras expresiones, la de Maruja y su Adela cazando patos, y tantas otras.
Armenia

2 comentarios:

luis dijo...

Es muy emocionante el recuerdo que hace Armenia de Salvador Allende. Es terrible que tan poca gente se acuerde de el, y que aun menos gente sepa, siquiera quien fue, cual fue su lucha, o porque y como murio. Un hombre realmente valiente que dio su vida (y no se suicido como dicen los facistas) en defensa de su patria. Un autentico revolucionario que enfrento a los enemigos de la libertad con una valentia de la que ninguno de nuestros presidentes podria jactarse. Allende era marxista, y establecio cambios que nunca un gobierno elegido por el pueblo habia logrado, cambios a favor del pueblo. Realmente a favor, esa es la diferencia.

Yo les pediria a todos los que entran a este blog que lean "La venas abiertas de America Latina" de Eduardo Galeano.

Gracias Armenia por evocar a Allende.

Con un poco de emocion y enojo, desde algun rincon de Sudamerica: Luis

Blog de Política dijo...

Hola Luis, gracias por esta descripcion tan bella que haces de Allende. Cuando leí el discurso me explotó la cabeza al pensar que ese hombre intuía lo que iba a pasar, y tiró esa feroz denuncia, la hizo pública ante ese foro, explicó los mecanismos perversos de los grupos económicos. Nadie lo quiso escuchar.
Ese silencio fue terrible.
Armenia