¿Papá, qué es la política?
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-Bueno, es difícil pero voy a intentar que entiendas. Yo que traigo la plata a casa represento el Capitalismo, mamá que la administra representa al Estado, la sirvienta representa la clase obrera, vos representás el pueblo y tu hermanito representa el futuro.
-Entendiste?
-No.
-No importa ya vas a entender.
A la noche el bebé lloraba porque se había cagado y nadie le daba bola, entonces el nene se levanta y ve que en la pieza de los padres la madre roncaba sin remedio, va a buscar a la sirvienta y oh sorpresa!, el padre estaba con ella en la cama.
Al otro día en el desayuno le dice:
-papá ya entendí lo que es la política: mientras el Capitalismo se coge a la clase obrera, el Estado no se entera de nada, al pueblo nadie le presta atención y el futuro está lleno de mierda.
-Entendiste?
-No.
-No importa ya vas a entender.
A la noche el bebé lloraba porque se había cagado y nadie le daba bola, entonces el nene se levanta y ve que en la pieza de los padres la madre roncaba sin remedio, va a buscar a la sirvienta y oh sorpresa!, el padre estaba con ella en la cama.
Al otro día en el desayuno le dice:
-papá ya entendí lo que es la política: mientras el Capitalismo se coge a la clase obrera, el Estado no se entera de nada, al pueblo nadie le presta atención y el futuro está lleno de mierda.
Ezequiel
1 comentario:
Esto me lo mandaron el año pasado a proposito del ballotage entre Macri y Filmus. Mas alla de que esas elecciones hayan pasado estaria bueno analizar este texto y ver la forma en que nos manejamos politicamente la mayoria.
*La doctrina del mal menor*
Todo el mundo me dice que tengo que elegir entre *M* y *F*, porque son los
únicos que tienen probabilidades reales de llegar.
*M *me jura que me sacará los ojos.
*F* me asegura que sólo me sacará uno.
Yo pienso: "Con un ojo todavía puedo ver. Tengo que impedir que gane *M*".
Elijo *F** *y me quedo tuerto.
Más tarde, nuevamente debo elegir entre *M* y *F*.
*M* promete sacarme el ojo que me queda y arrancarme además la lengua.
*F*, siempre más moderado, me tranquiliza diciéndome que sólo me sacará el
ojo que antes me había perdonado.
Reflexiono: "Me quedo ciego, pero por lo menos aún podré hablar".
Pongo el cuerpo, elijo a *F*. Contribuyo a la derrota de *M. *¡Ja!
Sucesivas elecciones terminan con el resultado que se puede prever: ni ojos,
ni lengua, ni manos...
Lo gracioso del caso es que mi elección ha sido siempre, no sólo legítima,
sino verdaderamente racional y razonable.
Sin embargo con esas elecciones "serias", "inteligentes", y "realistas" me
quedé manco, ciego y mudo. Siempre que alguien me recomendó no resignarme a
elegir entre *M* y *F** *lo miré (antes de perder mis ojos) y le dije
(mientras tuve lengua) cosas como:
"Es muy lindo lo que decís, pero..."
"¡Dejate de joder con esos utopismos, esto es la vida real!"
"Ustedes le están haciendo el juego a *M*."
"Crecé, pibe. Aceptá al mundo como es y sé adulto."
Ahora me pregunto quién habrá tenido razón... Me imagino que yo, porque como
fui inteligente y no me metí en quilombos, todavía me quedan las piernas.
Dicen que en la próxima elección *M* promete sacarme las piernas. *F**
*también
promete sacarme las piernas, pero a cambio... me regala unos zapatos.
Ya me están hinchando las bolas estos que siempre hacen quilombo con que
tengo que luchar para no perder ninguna pierna.
¡Qué tipos, nunca aprenden a vivir en democracia! Por algo no los vota
nadie.
Luis rumbo a Chavezlandia.
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