Para exponerse, para crear, para componer, para ubicarse, para desubicarse, para estar arriba del escenario y enseñar mundos, nuevos-suyos-nuestros-de realidad artística.
Los noventa, años contados a través de todos ellos y ellas con personalidad, descaro, naturalidad y crudeza.
Así lo exponen, nos lo cuentan, ustedes los actores y actrices que saben perfectamente cómo sacar lo mejor de sí y con quién laburan.
Por eso laburan como laburan, se exigen, concretan, se concentran y no paran de proponer y crear.
Porque saben que laburan con Muscari, que la tiene clara, que les exige lo máximo y sabe sacar lo mejor de cada cual. No permite las medias tintas, les conoce, les observa y les dirige a contratiempo. El reloj no para, los noventa tampoco.
Ahí siguen en cada uno de nosotros.
DCR
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